Glorioso Pasado Historico de Camaguey - Raul D. Acosta Leon
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LA ASAMBLEA DE SANTA CRUZ DEL SUR


La cuarta y última Asamblea revolucionaria se reunió en Santa Cruz del Sur, en la tarde del 24 de Octubre de 1898, correspondiendo por tanto, a Camagüey, la gloria de que todos esos Organismos se constituyeran en su territorio.

Esta convocatoria se llevó a cabo por entender el Consejo de Gobierno no estarle permitido por ningún precepto legal, el tomar medidas aficaces con motivo de la intervención de las fuerzas americanas en la contienda que desde el año de 1895 venía sosteniendo el pueblo cubano contra la dominación española, "importando mucho que estuviera reunida la Asamblea para evitar períodos en que la política general cubana no tenga rumbo ni derrotero fijo", considerando además que las atribuciones concedidas al Consejo de Gobierno por la Constitución, no le permitían tomar en este caso medidas eficaces sin extralimitarse en sus poderes.

Contra lo convocatoria de la Asamblea, así como contra la existencia del Consejo de Gobierno, hubo de manifestarse el Secretario del Interior, doctor Manuel Ramón Silva y Zayas, quien con tal motivo renunciara el cargo, renuncia de que conociera el Consejo en sesión celebrada en "La Viuda" (Camagüey) el día primero de Septiembre de 1898 —por entender firmemente que el patriotismo y las reglas de Derecho Internacional que habían de hacerse efectivas en esos momentos en que se había resuelto el problema de la independencia de Cuba, les obligaba a retirarse inmediatamente del Poder para facilitar el cumplimiento de los fines que habían de realizarse, y no siendo ese el criterio que se aprobaba, aceptaba o creía más conveniente el Consejo de Gobierno, interesaba se le aceptara la renuncia inmediata e irrevocable del cargo de Secretario del Interior, que hasta esos momentos había venido desempeñando.

El Vice-Presidente del Consejo de Gobierno, doctor Domingo Méndez Capote, hubo de manifestar que en fecha posterior a la presentación de la renuncia de que se trataba, había recibido una carta del doctor Silva, en la que le trataba con más extensión acerca de las causas que le habían movido a tomar tal determinación, cuya parte final estaba concebida en los siguientes términos:

—"A mi juicio nosotros debemos lanzar un manifiesto, RENUNCIANDO NUESTROS PODERES Y SUSPENDIENDO LA CONVOCATORIA por no poderse efectuar, y así cumplimos mejor. Si este juicio no se acepta, yo exijo que mi renuncia lo sea, pues me creo con derecho para defender y conservar mis convicciones y no volverme a incorporar al Gobierno como miembro del mismo".

El Consejo de Gobierno, después de deliberar extensamente sobre el particular, tomó el acuerdo de aceptar la renuncia que de Secretario del Interior presentara el doctor Manuel Ramón Silva, por pensar de manera distinta en lo referente a la renuncia de los poderes conferidos por el pueblo, considerando más necesaria que nunca la convocatoria de la Asamblea.

Si era el doctor Silva o el Consejo de Gobierno quien estaba en lo cierto, era cosa que el desarrollo de los acontecimientos vendría a comprobar en su oportunidad.

Convocada, pues, la Asamblea, resultaron electos por los seis Cuerpos de Ejército, los siguientes Delegados: